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de la vida diaria
!Cómo estas camarada!, este artículo es otro fragmento de mi libro "Fortaleciendo la Familia", y espero de seguro te impactará, para cumplir nuestro objetivo; "Tomar mejores decisiones en nuestra vida"
 Martha, una mujer ejemplar, a pocos días de cumplir sus veintisiete primaveras,  con cinco años de matrimonio, estaba muy entregada a su familia, laboraba medio tiempo como profesora en un prestigioso colegio de su comunidad y tenía dos niños pequeños. Su esposo Rodrigo trabajaba como ejecutivo de cuentas para una empresa también del sector.
El trabajo de Rodrigo consistía en visitar diariamente a muchas personas. Fue allí, que conoció a Lorena una joven estudiante universitaria clienta de dicha empresa. Comenzaron a salir, por su puesto a escondidas de Martha, situación que engendró un romance.
Esas circunstancias hacían que este hombre se despreocupe de su hogar y de su trabajo, a tal punto que no compraba las cosas de la casa y le dejaba toda la carga a su mujer.
Mientras tanto en su hogar las discusiones iban subiendo poco a poco de tono por la falta de interés y comunicación por parte del esposo. En la empresa donde laboraba Rodrigo lo amenazaron con despedirlo si no cumplía con su cuota de trabajo mensual ya que estaba muy baja, pero a él no le importó.
Al poco tiempo Martha se entera de la relación adúltera de su esposo. Ese fue un impacto tan profundo, pues no se esperaba que el hombre que le prometió amor para toda la vida le esté pagando de esta manera. -Si estaban tan bien, hace tres meses, como pudo cambiar tanto-, eran las palabras que le taladraban la mente.

Cierto día no soportó y lo hecho fuera de la casa. Ella no se daba cuenta pero sus hijos estaban sufriendo por las peleas continuas que se venían dando hace meses. Y empezaron a adoptar un comportamiento agresivo y violento entre ellos y con los padres. Además el mayor que ya estaba en la escuela agredía a sus compañeros y sus calificaciones habían bajado significativamente.
Mientras tanto Martha, segada por el dolor y los celos empezó a realizar los trámites de divorcios que se requerían.
Queriendo desahogar su dolor les comentó a unas “amigas” que tenía y todas concluían diciéndole:
-¡Déjalo!, divórciate, a la final no eres la única que le sucede esto
- Bien puedes criar sola a tus hijos
-Tú estás joven puedes volver a rehacer tu vida.
- Consíguete un tipo con dinero que te mantenga, no tienes porque sufrir. etc, etc.

Pero fue un viejo amigo de la familia, ese personaje que aparece en el momento indicado, que le dijo: Hay una causa maligna que está destruyendo a las familias, y lo hace por muchos medios entre ellos está la televisión, los celulares, el Internet, los juegos, las discotecas, la música y muchos más que despiertan en los seres humanos las bajas pasiones, tú no te das cuenta pero lo está haciendo y quienes caen en esa trampa, son los que no están firmes en los caminos del bien. Pero si uno de los dos cónyuges lo está puede luchar contra esos  sentimientos de maldad y puede salvar a su familia. Además este amigo le lee un versículo de la biblia que dice: Ten fe en Dios y serás libre tu y tu familia.” Hechos 16:31.

            En ese momento Martha se llenó de fortaleza y dijo: -No me dejaré vencer por la maldad-. Después de agradecer a su buen amigo por el consejo, se quedó toda la tarde meditándole a Dios sobre la restauración de su hogar.
Al día siguiente, entre el brillo tenue del crepúsculo y  con una paz interior  desbordante, llamó a su esposo para armonizar la situación, solucionar asperezas y hablar sobre deshacer  los trámites del divorcio.
Pero como cosa del mal el hombre le dice: ¡A mi no me importa nada!  ¡Discúlpame ya no te quiero, amo a otra mujer! Así que no me molestes más adiós.

 Ese fue un dolor tan fuerte, porque ella pensó que su esposo quería que ella lo perdone por lo que hizo. Pero fue lo contrario. Se sintió contrariada su paz iba desapareciendo quiso abandonar toda acción armónica en su familia, pero recordó nuevamente las palabras de su amigo “En esto tienes que ser muy perseverante”, “recuerda que la maldad no triunfa sobre el bien””
Y empezó a pedir a Dios en oraciones continuas por su familia, por sus hijos y por su esposo.

Rodrigo proseguía igual con su mal comportamiento pero ella se daba cuenta que algo pasaba en su vida, estaba cambiando de manera tan positiva inclusive en su soledad. Ya no le importaba si su esposo volvía o no con ella, tampoco le importó si de verdad amaba a otra persona y ya no a ella (y no es que Martha  tenía un novio a su lado).
Pero si se cumplía la petición que le hizo a Dios sobre la restauración de su familia era más por sus hijos que por ella.

Pasaron unos meses después y el hombre llegó, todo arrepentido, pidiéndole a Martha que le perdone, que no supo que le paso. -Es como si hubiese estado segado por unos falsos sentimientos-, le comentaba, y ella le creyó pues su viejo amigo le había comentado que no era él sino las consecuencias malignas influenciadas por los medios que destruye las familias, el hombre llegó con una biblia diciéndole a su esposa que le dieron muchas ganas de leerla y eso le ayudó para regresar a su hogar  arrepentido pero con mucho mas amor a Dios y a su familia.
 Fragmento del Libro "Fortaleciendo La Familia"
Paginas 11; Autor Jinsop Medina Arce

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